Soy terapeuta de terapias naturales desde 1996 y profesora de Kundalini yoga desde el año 2000. Durante todos estos años, mi profesión ha sido mucho más que un trabajo; ha sido mi propósito de vida y una fuente constante de aprendizaje y transformación personal.

A nivel emocional, mi camino me ha enseñado la importancia de abrazar cada experiencia como una oportunidad para crecer. Creo en el poder de la escucha profunda, tanto hacia los demás como hacia uno mismo, y en la magia que ocurre cuando nos permitimos estar presentes y vivir desde el corazón.

Mi mayor satisfacción es acompañar a quienes buscan equilibrio, claridad y una conexión más auténtica consigo mismos. Si bien la vida tiene sus desafíos, también está llena de posibilidades para florecer, y me siento agradecida de poder ser un puente en ese proceso.

Cuando no estoy guiando sesiones o practicando yoga, disfruto de los momentos simples: una caminata en la naturaleza, el calor de un té, o simplemente dejarme inspirar por el silencio.